mercredi 15 février 2017

LE DISCOURS D'UNE IMPOSTURE : ce que dit vraiment le programme du FN

15 FÉVR. 2017 PAR SYLVAIN MORAILLON BLOG : LE BLOG DE SYLVAIN MORAILLON

Divisions, exclusions, privilèges ciblés et contrôle absolu des individus : derrière une façade faussement démocratique, le Front national présente un réel projet de société totalitaire, poujadiste et inégalitaire, comme le démontrent les choix de vocabulaire dans son programme.


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Sous l’apparence lisse que s’évertue à donner Marine Le Pen au Front national, l’analyse du vocabulaire employé dans la rédaction de son programme donne à réfléchir, même à ses propres électeurs, sur la nature réelle de la France telle qu’elle l’envisage. À travers les différents champs lexicaux décelables, c’est bien, en effet, un état totalitaire qui se dessine, et l’image d’une France de l’exclusion et du va-t-en guerre en filigrane : une société du contrôle dans laquelle des privilèges seraient accordés à certains, et non à d’autres, selon des éléments nécessairement soumis à des variables d’ajustement et susceptibles, à terme, d’impacter n’importe quelle catégorie de la population. D’ailleurs, l’idée d’imposer le stockage des informations des citoyens usagers de l’internet sur des serveurs français est digne d’un roman de Georges Orwell : Big Brother disposerait pour le coup de toutes les informations nécessaires sur chacun à portée de main, rendant le contrôle et la surveillance plus aisée que jamais. On imagine sans difficulté les dérives auxquelles un tel pouvoir, avec les services de renseignement à sa botte, pourrait donner lieu.


 Au-delà, il est possible de classifier les champs lexicaux du programme du Front national en quatre catégorie :

Vocabulaire d’exclusion :
Étranger, appartenance, prioritairement, discrimination, exclusivement, frontières, sélection, réserver, protectionnisme, origine, expulsion, privilège, remplacer, déchéance, contre, rompre, civilisation, indépendance, souveraineté, nationale, indignité, traditions.

Vocabulaire de restriction :
Impossible, retirer, restreindre, priver, réduire, baisser, limites, seuil, abaisser, réduire, refus, résorber, refusant, contraintes, pressions, coup d’arrêt, stoppant, abrogeant, abroger, geler, empêchant, fin.

 Vocabulaire de totalitarisme :
Maîtrise, conditionner, obligation, ordre public, contrôle, forces de l’ordre, décréter, autorité, régulation, strictement, interdire, dissoudre, fermer, ferme, tolérance zéro, suppression, injonction, évaluation personnalisée, cibler, obligatoire, sûreté,  tutelle, automatiser, liste, pénitentiaire, sécurité, pénal, judiciaire, détention, rationaliser, intégrale, état-stratège, reprise en main, police, gendarmerie, magistrats, détenus, établir, renforçant, exigeantes, ponction, ériger.

Vocabulaire de guerre :
Éradiquer, purgent, armement, défendre, briser, bouclier, risques, ennemi, hostilité, agression, commandement, nucléaire, réarmer, militaire, patriotisme, lutter, uniforme, s’attaquant, nation, terrorisme, coupables, crimes, vautours, aggraver.

Preuve, s’il en est, que l’imposture d’un discours aux prétendues vertus républicaines cache en réalité une continuité idéologique inquiétante en terme d’organisation de l’état et de libertés individuelles. Nous sommes tous l’étranger de quelqu’un… Mais il est vrai qu’avec une candidate anti-système qui soutient le lobby nucléaire, le Front national n’est pas à un paradoxe près.

 On le voit, c'est dans le totalitarisme que son programme s'exprime le plus.

Quand les mots trahissent la pensée...

Sources :
https://blogs.mediapart.fr/sylvain-moraillon/blog/150217/le-discours-dune-imposture-ce-que-dit-vraiment-le-programme-du-fn?utm_source=googleplus&utm_medium=social&utm_campaign=Sharing&xtor=CS3-68

dimanche 5 février 2017

“Preparamos a los niños para el futuro en detrimento de su presente”

Arno Stern, fundador de un nuevo campo científico: la semiología de la expresión

El juego de pintar
En la paupérrima Francia de posguerra, un joven Arno Stern, cuya ascendencia judía le hizo conocer la persecución, comenzó a trabajar con niños en un orfanato: su misión era entretenerlos y usó el papel y pintura. Con los años creó su famoso Closlieu, un espacio en el que pintar es otra cosa y que le llevó a realizar múltiples investigaciones que lo han convertido en una de las grandes figuras de la investigación pedagógica de la expresión graficoplástica, demostrando que el trazo es universal: todos, con independencia de nuestro entorno cultural, representamos las mismas figuras primarias. En 1986 creó el Instituto para Investigación de la Semiología de la Expresión. Ha ofrecido una conferencia en CaixaForum.



Tengo 92 años. Nací en Kassel (Alemania) y vivo en París. No pude ir a la universidad. Nuestra sociedad basada en el consumo ha terminado. Los políticos buscan soluciones pedagógicas, sociológicas, pero no las encuentran porque no las hay en el interior del sistema. Soy judío, pero no soy religios.

Alguna idea para una sociedad mejor?

Hace más de treinta años que creé y trabajo en un espacio, el Closlieu, un lugar para que las personas, y en especial los niños, experimenten el juego de pintar.

¿Y qué ha observado?

Lo que sucede cuando no hay competencia, ni juicio, ni objetivos, cuando se desarrolla una actitud creadora en cada quien, sin jerarquías por edad ni clases sociales, sin maestro.

¿Cuál es entonces su papel?

Soy un servidor, les hago la vida agradable, y esa función transforma las actitudes. Es lo contrario a una sociedad competitiva en la que se establecen objetivos y se prepara a los niños para un futuro que va en detrimento de su presente.

Es un difícil equilibrio.

Siempre los estamos empujando hacia delante. Los alejamos cada vez más de ser y les imponemos el devenir. La vida en el Closlieu transcurre en el momento presente, no se pinta para luego mostrarlo a otros, no hay un luego.

Hacer por el placer de hacer.

Sí, y esa es una actitud creadora, una experiencia extremadamente importante para los niños, que se realizan plenamente y viven la relación con los otros. Se crea un equilibrio y no una contradicción, y esto repercute enormemente en su vida cotidiana.

¿Qué vivió usted en la infancia?

Hasta los 9 años viví en Alemania, y cuando ­Hitler subió al poder huimos. Mi padre fue muy visionario y no esperó. Lo abandonamos todo y nos fuimos a Francia.

Se convirtieron en judíos apátridas.

Sí, personas toleradas cuyos derechos estaban muy limitados. Cuando los alemanes invadieron Francia, de nuevo huimos durante semanas hasta que se declaró una zona libre en el valle del Ródano y nos instalamos allí.

Hasta que cambiaron las leyes.

Sí, y empezaron a arrestar a los extranjeros. Nos escondimos en las montañas y un milagro hizo que pudiéramos entrar en Suiza, donde viví toda mi adolescencia en un campo de trabajo.

¿Qué entendió en ese periplo?

Fue muy interesante, éramos sobrevivientes, constantemente amenazados. Mientras vivimos en Francia, nos podían arrestar y fusilar en cualquier momento. Esta amenaza era permanente, y, a pesar de todo, jugaba.

¿Vivía con miedo?

Te habitúas a él, es la pulsión vital. Mi padre era un hombre extraordinario, era muy creyente y se sentía protegido y conducido por su ángel de la guarda. No analizaba las situaciones, actuaba.Yo no tengo esa fe, pero creo que, efectivamente, él era conducido por su ángel, porque nos salvó de la muerte muchas veces.

Usted acabó encargándose de un grupo de niños huérfanos de guerra en Francia.

Se me pidió que los ocupase, era justo después de la guerra, en Francia no había nada. Encontré lápices y unos papeles reciclados, les hice dibujar y vi que sentían un gran placer, así que busqué pintura, ¡y eso fue el delirio! Cuando el orfanato cerró, monté mi propio taller.

Recorrió medio mundo en busca de tribus desconectadas de la civilización.

Sí, porque observé que todos los niños occidentales dibujaban las mismas cosas y me pregunté si era una cuestión cultural. Constaté que esos niños, preservados de la escolarización y la civilización, hacen las mismas figuras que los niños en nuestra sociedad, y que esta manifestación, ese trazo, es universal.

¿Cuál es entonces el origen?

No es lo que suponíamos: que los niños miran, registran y reproducen. Se trata de la memoria orgánica donde se almacenan todos los hechos de nuestra vida prenatal, el nacimiento y los primeros años de la vida. Se trata del programa genético que compartimos y que hoy las neurociencias llaman memoria celular.

¿Y usted la hace aflorar a través del juego de pintar?

Lo llamo formulación, un código universal de expresión. Considero que no solamente existe una memoria genética, sino un medio de expresión de esa memoria. Así creé la semiología de la expresión, un nuevo campo científico. En el trazo libre encontramos nuestro comienzo, es una manera de completar a la persona.

¿A través del trazo inconsciente?

Se trata de dejarse ir, de dejar aflorar y entender que no hay un después, pero en nuestra sociedad hace falta un entrenamiento para eso, porque hemos sido educados para ser razonables.

Me parece una cualidad.

Sí, pero sobrevalorada en detrimento de otras capacidades como la espontaneidad, algo que se produce más allá de la intención y del juicio de los otros. La formulación expresa una necesidad interior ignorada. Tenemos algo dentro de nosotros, un anhelo, y está a una profundidad que se nos escapa.

Lleva más de setenta años trabajando con niños, ¿qué ha aprendido de ellos?

Yo llegué a aquel orfanato sin prejuicios, todavía no había leído nada sobre el tema, no sabía nada, era virgen de ideas, y por eso encontré la verdad sobre los trazos de los niños.

Abomina de la educación artística.

Es paralizante. Les llenamos de ideas teóricas que no les permiten ser espontáneos. Los jóvenes que han sido arrastrados de niños por los museos no quieren saber nada de museos. Mientras que los niños que han vivido el juego de pintar tienen mentes creativas y abiertas.

IMA SANCHÍS
02/02/2017 01:38 | Actualizado a 02/02/2017 02:37
http://www.lavanguardia.com/lacontra/20170202/413918909867/preparamos-a-los-ninos-para-el-futuro-en-detrimento-de-su-presente.html